lunes, 10 de octubre de 2011

Muertos al pecado, ¡vivos en Cristo!

Recapitulando…

Ya habíamos hablado del pecado, su origen (Génesis 3), su consecuencia (Romanos 3.23), su paga (Romanos 6.23), y cómo salir de él (Romanos 5.19)…

El día de hoy…

¿Te has encontrado alguna vez haciendo cosas que pensaste que no harías? ¿Has tenido esa sensación en la que te sientes “sucio” o muy arrepentido luego de haber hecho algo? Seguramente sí, y es que a todos nos ha sucedido esto. En ocasiones HACEMOS LO QUE NO QUEREMOS.

Bien, esto sucede porque estamos sujetos a nuestra carne, nuestra naturaleza es pecaminosa. Es decir, estamos sujetos al pecado y lo “normal” o “natural” es que sigamos los impulsos de nuestra carne. Pablo, uno de los seguidores de Jesús, lo vivía y nos los cuenta en Romanos 7.15-20.

Pero, ¿a qué se refiere Pablo cuando nos habla de esta naturaleza pecaminosa y los deseos de la carne? Él mismo nos lo cuenta en su carta a los Gálatas 5.16-21.

Entonces, la Biblia nos deja claro cuáles son los deseos y frutos de la carne. Además que éstos nos llevan a la muerte eterna y sufrimiento en el infierno, lejos de Dios y de la vida eterna en Cristo Jesús.

Lo contrario a vivir según la carne o en base a nuestros propios deseos es vivir en el Espíritu y acorde a lo que es agradable a Dios. Es decir, que no cometamos los actos antes mencionados y además vivir según el Espíritu. Pablo mismo nos describe cómo es esta vida: Gálatas 5.22-26.

La vida en el espíritu es lo que Dios nos pide y solo de esta manera heredaremos el cielo. Lo que Dios nos llama a hacer es a dejar esa carne y crucificarla con Cristo en nuestros corazones para así poder adoptarnos y ser herederos del cielo junto con Cristo. Romanos 8.5-10 ; 12-17.

Reflexión final…

Seguramente ahora te estarás cuestionando mucho, pues estas conociendo la verdad, que siempre ha sido una y la misma, pero que no conocías. Y SÍ, es difícil renunciar a los deseos de la carne pero es lo que agrada a Dios y lo que hace la diferencia entre sus hijos y los que no lo son.

Pablo concluye diciendo:

“Así que descubro esta ley: que cuando quiero hacer el bien, me acompaña el mal. Porque en lo íntimo de mi ser me deleito en la ley de Dios; pero me doy cuenta de que en los miembros de mi cuerpo hay otra ley, que es la ley del pecado. Esta ley lucha contra la ley de mi mente, y me tiene cautivo. ¡Soy un pobre miserable! ¿Quién me librará de este cuerpo mortal? ¡Gracias a Dios por medio de Jesucristo nuestro Señor!” Romanos 7.21-25.

sábado, 1 de octubre de 2011

Sin Responsabilidad Fiscal

AEES7graf

La Regla Fiscal es uno de los instrumentos que se utilizan para mantener la disciplina fiscal y la estabilidad macroeconómica. De acuerdo a la Constitución y el Código de Finanzas Públicas, esta se reduce a una condición: “Los egresos permanentes se financiarán única y exclusivamente con ingresos permanentes[1].”

La clasificación de ingresos y gastos permanentes apareció por primera vez en el Ecuador en la Constitución del 2008[2] sin una definición clara. Y aunque actualmente la definición legal de ingresos y egresos, permanentes y no permanentes, consta en el Código de Planificación y Finanzas Públicas[3], no establece con claridad cuáles son los ingresos y egresos que se encuentran dentro de cada clasificación.

En este sentido, se pueden definir como Ingresos Permanentes aquellos que comúnmente son conocidos como corrientes. Es decir, básicamente son todos los impuestos, tasas, multas, y contribuciones que el Estado obtiene por los servicios que presta. Entre los más conocidos están el Impuesto a la Renta, el Impuesto al Valor Agregado, el Impuesto a los Consumos Especiales, los aranceles a las importaciones, entre otros. Cabe agregar que los impuestos son la principal fuente de dinero del Gobierno y han crecido más del 77% entre el 2007 y 2010 pasando de USD 4.623 millones[4] a USD 8.219 millones. Para el 2011 se estima que la recaudación será de aproximadamente USD 9.426 millones[5].

En cuanto a los Ingresos No Permanentes, especialmente los conocidos como de capital, corresponden a los recursos que provienen de la venta de bienes materiales de larga duración, los rendimientos de las inversiones y de donaciones. En otras palabras, la mayoría de los recursos provenientes de la actividad petrolera. Para el periodo 2007 – 2011 estos recursos pasaron de USD 1.947 millones a USD 3.245 millones, lo que representa un incremento del 66%. El año 2008 fue especial, pues con un precio promedio semanal de USD 86[6] por cada barril de petróleo ecuatoriano, los ingresos por este rubro alcanzaron los USD 5.762 millones.

AEES7fotoEn lo que respecta a los Egresos, también se dividen en Permanentes y No Perman entes. Los Permanentes están conformados principalmente por el gasto corriente, mientras que los No Permanentes por los gastos en inversión pública.

El gasto corriente engloba, principalmente a los recursos destinados al pago de remuneraciones (incluye salario de docentes y médicos), servicios básicos y transferencias directas a los ciudadanos como el Bono de Desarrollo Humano. Por otro lado, la inversión pública comprende los recursos destinados a la construcción de obras públicas, compra de bienes de larga duración y transferencias, y donaciones para inversión y capital. Dentro de esta categoría, el Sector Tesoro Nacional ha sido el de mayor participación con el 33% del presupuesto en el 2010 (USD 5.481 millones)[7]. El Sector Social es el que más crecimiento ha experimentado entre el 2007 y el 2010, 72%. Para el 2010, la inversión en este sector fue de USD 4.642 millones.

Así, se observa que la regla establecida resulta totalmente consistente con el modelo de desarrollo del Gobierno en el cual gastar la totalidad de sus ingresos se superpone al ahorro y previsión para el futuro. Es gracias a ella que se ha podido alcanzar niveles históricos de gasto o “inversión”, superando los ingresos totales del Gobierno Central.

Para el presente periodo fiscal, el déficit presupuestario fue establecido en aproximadamente USD 3.735 millones[8] el cual ha venido aumentando desde el 2008 hasta alcanzar los USD 3.111 millones en el 2010. En total, incluyendo el 2011, durante los últimos 4 años el Gobierno se habría endeudado con más de USD 9.100 millones para financiar su gasto; y de acuerdo a la programación presupuestaria hasta el 2014, planea endeudarse con al menos unos USD 10.482 millones[9] más los próximos 3 años[10]. Entre el 2008 y el 2010, el gobierno percibió ingresos históricos de alrededor USD 48.000 millones, destinando la totalidad de estos –más capitales externos– para el gasto, sin ahorrar ni un solo centavo. La justificación es que si bien es cierto no se ahorra capital de forma líquida, se lo hace en forma de acumulación e inversión en carreteras, puentes, educación, salud, y demás.

El modelo de desarrollo aplicado considera que es el gasto público el que dinamiza la economía. Bajo esta perspectiva, ahorrar para el futuro ya sea para invertir o como previsión para los tiempos difíciles resulta muy costoso socialmente.

Pero, ¿por qué es deseable contar con una programación de presupuestos equilibrados y el ahorro público? En primer lugar, el uso en el presente de los ingresos extras –existentes por el auge petrolero– se traducirá como la falta de los mismos cuando el precio de este caiga o las condiciones económicas del país se compliquen. Por otro lado, el ahorrar esos ingresos extraordinarios de las etapas de bonanza y prosperidad permitiría enfrentar con más facilidad y alternativas de política los malos momentos. Todo lo anterior dado que siempre existirán tanto épocas de crecimiento y expansión como de estancamiento y desaceleración. Es por esta razón que la regla fiscal debe ser contra-cíclica, es decir, debe englobar estos periodos estimulando el ahorro en la época de “vacas gordas” para enfrentar más fácilmente la de la “vacas flacas”. Adicionalmente, un sector público deficitario requiere el uso de los recursos del sector privado (mediante impuestos), lo que desplaza la inversión del sector privado al sector público y que se conoce como el efecto crowding out[11]. En definitiva, el déficit fiscal, el cual es financiado con ahorros de terceros, desplaza parte de la inversión productiva privada, aumenta el déficit de la balanza de pagos debido al servicio de la deuda y, en la medida en que no financie nuevas inversiones públicas, reduce el ahorro nacional.

De modo que es fundamental contar con una Regla Fiscal eficiente que limite a las autoridades a cargo y así obtener un manejo sostenible de las finanzas públicas e incentive el ahorro cuando sea posible. Asimismo, que contribuya a asegurar un nivel de deuda sostenible a mediano plazo; a facilitar el manejo contra-cíclico de la política fiscal; y a mejorar la coordinación en el manejo de la política económica, entre otras cosas. Además, se mejora la imagen política y financiera del país y se gana confianza en los mercados, lo cual en conjunto se verá reflejado en el bienestar real y sostenible de la población.


[1] Código de Planificación y Finanzas Públicas, Art. 81.
[2] Constitución del Ecuador, Art. 286.
[3] Código de Planificación y Finanzas Públicas, Art. 78 y 79.
[4] Informe de Transparencia 2008, Ministerio de Finanzas.
[5] Presupuesto General del Estado 2011, Ministerio de Finanzas.
[6] Weekly Ecuador Oriente Spot Price FOB (Dollars per Barrel), U.S. Energy Information Administration.
[7] Se refiere al presupuesto devengado.
[8] Presupuesto General del Estado 2011, Ministerio de Finanzas.
[9] Programación Presupuestaria 2011 – 2014, Ministerio de Finanzas.
[10] Estas cantidades se refieren solo a las cuentas que el Gobierno señala como deudas.
[11] El efecto desplazamiento (también conocido como efecto expulsión o crowding out) es una situación en la que la capacidad de inversión de las empresas se reduce debido a la deuda pública.





Publicado por la Fundación Euador Libre el 29 de septiembre de 2011: AEES Nº. 7 "Sin Responsabilidad Fiscal"

miércoles, 21 de septiembre de 2011

El origen del mal: la rebeldía

La Biblia no establece nada certero acerca del origen de Satanás y de su maldad. Solamente existen indicios e interpretaciones que nos sugieren algunos versículos.


1. El Origen

Inicialmente se sostiene que la creación de Dios fue buena en su totalidad, sin embargo algunos ángeles pecaron y fueron echados del cielo. (Judas 1.6 - 2 Pedro 2.4)

De estos, Satanás habría sido el líder. ¿Cuál fue su pecado?

Existen, asimismo, indicios de cómo pudo haber sido su caída o expulsión del cielo a causa de su pecado. (Isaías 14.12-15 – Ezequiel 28.11-19)


2. Gobierno de Satanás

Es así que Satanás es denominado como el dios de este siglo –de este mundo– y el gobernante de la Tierra. Él ejerce poder sobre los que están lejos de Dios y apartados de sus mandamientos. (1 Juan 5.19 – 2 Corintios 4.4 – Efesios 2.1-3)

Su único objetivo es matar, robar y destruir la vida de las personas. (Juan 10.10)

Siempre estará como un león rugiente tratando de devorarte con sus artimañas. (1 Pedro 8.9)

No te confíes, él no trabaja solo!! (Efesios 6.12)

3. Tú tampoco estás solo! El único y suficiente Salvador es Cristo Jesús!

La primera profecía mesiánica. Dios dio la solución inmediata para salvar al mundo del pecado! (Génesis 3.14-15)

Cristo te salva de la condenación y engaño de Satanás. (Efesios 2.4-10)

Satanás ya fue vencido en la cruz, pero será condenado en la Batalla Final. (Apocalipsis 20.10)

Reflexión final:
No creas sus mentiras, no caigas en sus engaños!!! Siempre te está susurrando al oído y actuando como un amigo pero no ha venido mas que para robar, matar y destruir tu vida!!... Apártate del mal, descubre la verdad y cree en y a Jesús, sus palabras son verdad y vida!! Él es el Buen Pastor y dio la vida por ti!! ¿Por qué es tan difícil creerle a Jesús y tan fácil creerle al diablo?...