En el sexto día, Jehová Dios creó al hombre como la “coronación” de la creación. Lo hizo a su imagen y semejanza (Génesis 1.26; 2.7) otorgándole su Espíritu, señorío total (Génesis 1.28-29) y conexión directa con Él (Génesis 1.28). Sin embargo a causa de la desobediencia (pecado), estas cualidades fueron quitadas de él (Génesis 3.22) e incluso los condenó al trabajo, muerte y dolor (Génesis 3).
El plan original de Dios era que el hombre viva con Él, pero a causa del pecado fue separado de su gloria. Y a causa de Adán el pecado entro en el hombre. No obstante, esta situación no podía quedar así y es por esa razón que Dios envió a su Hijo a la tierra, para morir en sacrificio y cargar con el pecado del mundo.
La Biblia nos enseña entonces:
No hay comentarios:
Publicar un comentario